viernes, 31 de marzo de 2017

Logan (2017)


El hombre tras las garras

En más de un sentido, el capítulo final en la trilogía individual sobre, seguramente, el mutante más popular de la Factoría de Ideas representa la película que todo director hubiera deseado hacer sobre tan carismático personaje. Afortunadamente para los aficionados el elegido para tal efecto ha sido de nuevo James Mangold, autor también de la excelente anterior entrega, The Wolverine.
Y es que Mangold, sin duda espoleado por el gran éxito de la gamberra adaptación de Deadpool hace poco mas de un año, ha tenido la libertad no solo de convertir esta entrega en un film de calificación R (no apta para menores de 16 años en nuestro país) sino de dotarla de todo lo que hace unos años hubiera significado la negativa absoluta por parte del estudio para dar luz verde a un proyecto como este: una película de superhéroes de mayor contenido dramático enfocada claramente a un público adulto, especialmente violenta y explícitamente sangrienta, incluyendo violencia infantil, abundante lenguaje malsonante e incluso un breve desnudo parcial. Pero haciendo eso sí que nada de ello resulte gratuito y empaquetando todo el conjunto en una atmósfera áspera, realista y con menos concesiones de las habituales a los toques humorísticos. 
La historia original, aunque libremente inspirada en varias series limitadas de comic books, en especial El viejo Logan (2008) de Mark Millar, nos sitúa en un futuro cercano, en el año 2029, siguiendo la nueva y feliz línea temporal instaurada justo al final de X-Men: Days of Future Past (2014). Con un acertado tono crepuscular (referencias de western clásico incluidas), pesimista e incluso sórdido en ocasiones, nos presenta un futuro imperfecto, aunque muy parecido a nuestro presente, en donde se nos hace saber a través de muy pocos datos de una gran tragedia ocurrida años atrás en el seno de la fundación Xavier y que significó la muerte de muchos de los mutantes mas poderosos. Sin darnos nunca mas detalles al respecto más allá de una breve reseña radiofónica y con la aparente disolución de la Patrulla X, tan solo se nos deja bien claro quien fue el responsable de ello y quien uno de los pocos supervivientes: el profesor Charles Xavier y Logan respectivamente, los cuales se encuentran auto-exiliados del mundo junto con otro mutante menos poderoso (Caliban) malviviendo en algún lugar cerca de la frontera mexicana. 
Y es que ambos personajes son prácticamente todo lo que queda de la gloria pasada de los X-Men… solo que están muy lejos de ser lo que una vez fueron: el prácticamente desahuciado y ya nonagenario profesor Xavier padece una enfermedad mental neuro-degenerativa y un Logan mas irascible y apesadumbrado que nunca, hastiado de su condición como icono legendario del pasado, se encuentra envejecido y con sus facultades mermando día a día. Ambos se han convertido en poco menos que unos proscritos y aparentemente sus mutaciones han entrado en una progresiva e inexorable decadencia, lo que los hace precisamente cada vez más humanos y menos mutantes. Es en ese contexto en el que Logan se verá envuelto en una oscura y peligrosa trama con unos miembros paramilitares de una organización secreta gubernamental dedicada a replicar las mutaciones (que ya han dejado de producirse de manera natural en la sociedad) en el laboratorio. Es decir, a crear clones infantiles con facultades heredadas a partir de ADN de auténticos mutantes, con el objetivo de utilizarlos como potenciales armas humanas. Auténticos mutantes como Logan, el cual pronto se dará cuenta de que guarda una relación especial con la pequeña X-23, uno de esos niños mutantes que ha logrado escapar de esas instalaciones secretas y que busca en Logan su única posibilidad de supervivencia. 
Es en ese momento en el que Logan, la pequeña Laura (X-23, interpretada por la joven Dafne Keen) y el profesor Xavier se verán obligados a emprender una desesperada huida a modo de sangrienta y brutal road movie a través de las zonas mas rurales de los Estados Unidos, hostigados constantemente por esos violentos paramilitares encabezados por el responsable de los experimentos, el frío e implacable Doctor Rice (Richard E. Grant), y que llevará a los personajes a través de un viaje de redención interior y de redescubrimiento sobre cuales son sus verdaderas motivaciones vitales en un mundo que ha relegado a los mutantes a un accesorio segundo plano sin ser ello debido a grandes batallas apocalípticas entre humanos, centinelas y los propios mutantes sino a la propia naturaleza y evolución de la sociedad. Precisamente la misma evolución que fuera la causante de todas esas mutaciones alrededor del mundo. 
Así pues las mutaciones naturales llegan a su fin y los mutantes van perdiendo sus facultades progresivamente pero la ciencia, aplicada al poder político y militar, se niega a perder definitivamente esa baza en un mundo en el que los héroes se han convertido en parias e incluso en un peligro para toda la sociedad, y en el que Logan deberá decidir su implicación en ese turbulento presente y sobretodo que clase de mundo desea dejar tras de sí. 
El film marca sin duda el fin de una era, dentro y fuera de la pantalla. No solamente parece apuntar a un triste y sombrío futuro para los mutantes en el universo creado por la Fox hace ya 17 años sino que también supone la despedida de Hugh Jackman del personaje que mas fama le ha reportado, al que mas cercano se ha sentido y el cual ha interpretado en nada menos que 7 exitosas ocasiones. A su despedida de la saga se unen presuntamente las de Patrick Stewart y Jennifer Lawrence de sus respectivos personajes, habiéndose completado ya las tres trilogías previstas por la productora en un principio y dejando pues a los fans en una situación incierta, teniendo en cuenta además que la Fox ha sacado un gran rédito económico en la explotación del universo X-Men y es improbable (aunque muy deseable incluso por boca del propio Hugh Jackman) que pudiera ceder/vender sus derechos de explotación a sus propietarios originales, Marvel, para poder así estos hipotéticamente incorporar por fin a sus propios personajes en su enormemente exitoso MCU (Marvel Cinematic Universe) particular.
Quien sabe lo que les deparará el futuro a los mutantes del universo X-Men en la gran pantalla, pero lo que es seguro es que James Mangold ha cerrado con Logan con sangriento broche de oro la historia fílmica de un personaje complejo y querido tanto por los aficionados a los cómics como por los amantes del buen cine fantástico. Disfrutemos pues del festín, dado que puede que no volvamos a tener otro igual.

No hay comentarios:

Publicar un comentario