lunes, 10 de septiembre de 2012

Sombras Tenebrosas (2012)



La oscuridad acecha a Tim Burton

En la última década la carrera del genial cineasta Tim Burton ha experimentado una auténtica montaña rusa en cuanto a la calidad de sus obras se refiere. Desde su descalabro de crítica con su fallido remake de El Planeta de los Simios en 2001 (de la cual se tardarían diez años en volver a recuperar la franquicia) o su carísima, desangelada, aburrida, saturada visualmente y carente de su toque personal versión de Alicia en el País de las Maravillas en 2010 (producida por Disney) pasando por su excesivamente infantil adaptación de Charlie y la Fábrica de Chocolate en 2005, estos parcialmente puntos bajos en su carrera se han ido alternando con obras mucho mas burtonianas e interesantes en su concepto como la maravillosa Big Fish (2003), la genial La Novia Cadáver (2005) o la arriesgada pero totalmente en su estilo adaptación de Sweeney Todd, el barbero diabólico de la calle Fleet (2007).
Pero... que ha ocurrido, acaso Tim Burton se ha vendido? O simplemente su genio creativo ha empezado a languidecer y a necesitar constantemente la adaptación de famosas obras preexistentes para mantenerse a flote? Probablemente haya sido una mezcla de los dos factores, y es esa mezcla entre lo mejor y lo mas flojo de su trayectoria, entre su toque personal y su falta de brillantez precisamente lo que podemos encontrar en Sombras Tenebrosas (2012), adaptación (una vez más) de la popular serie de culto del mismo nombre emitida en USA entre 1966 y 1971, aunque prácticamente desconocida por estos lares.
A priori todo parece inmejorable en la ecuación Tim Burton + Johnny Depp + Michelle Pfeiffer + temática terrorífica + estética 70´s + sentido del humor = éxito asegurado. Pero no ha sido exactamente así. Y la culpa la tiene precisamente esa mediocridad del film en su conjunto a la que antes se hacía referencia. Por un lado tenemos un casting excepcional a los que hay que sumar aparte de los ya mencionados Helena Bonham Carter (como no), Eva Green (arrolladoramente sexy como es habitual) o Jackie Earle Haley (Rorschach en Watchmen). Cameos gloriosos como el del famoso cantante Alice Cooper (que se interpreta a si mismo, canta un par de temas en directo y es además amigo personal de Johnny Depp) o Christopher Lee. Una banda sonora setentera de lujo (Deep Purple; Black Sabbath; Iggy Pop; The Moody Blues; Elton John...), un diseño visual atractivo y con el sello Burton en todo momento, algunas (pocas) acertadas bromas puntuales…
¿Qué es lo que falla pues? Sin duda alguna el guión y el diseño de algunos personajes, otrora aspectos imprescindibles en los films de Burton y que en los últimos años este ha ido descuidando cada vez más. El concepto en si puede resultar interesante: un noble inglés, Barnabas Collins, emprende una nueva vida en América en el siglo XVIII junto a sus padres. En su juventud y ya a cargo de las ricas propiedades de su familia comete el error de romperle el corazón a su amante Angelique Bouchard, la cual aparte de ser una bella doncella es también una despiadada bruja que al verse despechada lo maldice de por vida a ser un vampiro y termina enterrándolo vivo en un ataúd en donde permanecerá dos siglos hasta que sea liberado por accidente y decida volver a su mansión en ruinas para reencontrarse con sus descendientes… 
Lo que sigue es un intento de Burton de moverse entre la fantasía gótica, la comedia ligera y el drama familiar, una mezcla no muy bien conseguida puesto que la cinta en ningún momento atemoriza, ni causa carcajadas ni hace que te identifiques con ninguno de los protagonistas, dibujados por su parte con suma superficialidad y que salvo alguna broma puntual no logran crear un vínculo con el espectador. El desaprovechamiento de un personaje como el interpretado por Michelle Pfeiffer (la matriarca Elizabeth Collins) o la unidimensionalidad de una Eva Green (Angelique Bouchard)  en su salsa como mujer fatal y diabólica no hacen sino remarcar una sensación agridulce durante su visionado de lo que pudo ser y no fue.
A destacar también la incorrecta comercialización del film con un tráiler que da a entender que se trata de una comedia paródica sin más, cuando el doble componente fantástico-dramático es bastante más preponderante que el primero a lo largo de la película. Y quizás ese equilibrio entre incompetencias genéricas sea en el fondo algo positivo ya que de haber sido solamente una comedia podría haber resultado mucho peor.
A la espera pues del estreno de la próxima adaptación animada de su propio corto ochentero Frankenweenie a finales de año, podríamos finalizar con una reflexión: Quizás con el tiempo Sombras Tenebrosas acabe cayendo del lado menos positivo de la balanza de esta última etapa en la carrera del cineasta americano, pero tampoco sería justo no reconocerle que pese a sus evidentes carencias narrativas posee mas estilo burtoniano que sus últimas obras, quizás demasiado plegadas a intereses comerciales y sin ese sello personal tan característico que solo un genio como Burton supo imprimirle a sus ya clásicos films de los ochenta y noventa.
Y es que, quizás, los genios también flaqueen.

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